lunes, 30 de marzo de 2009

El pluriempleo y la escritura

Son las seis de la tarde, la jornada agotadora me ha brindado un momento de afán más...en medio del cotidiano trajín...estas líneas para cumplir una promesa: escribir aquí cada día...el pan nuestro de cada......

viernes, 27 de marzo de 2009

El país de los hipócritas

Este viernes de hábitos dañinos se inicia mal: el Ayuntamiento del Distrito Nacional, en un gesto más de autoridad sinsentido, se ha llevado el kiosco de "Caché", el panadero. Un hombre de barrio que, honestamente, tenía diez años ganándose lo del moro y del trago con sus empanadas baratas y ricas...Una vez más el Alcalde y sus lacayos quieren justificar sus salarios aplicando la ley; el problema es que la ley sólo se aplica hacia abajo y con los de abajo. Mientras tanto, hoy es un viernes inusual, de hábitos dañinos no realizados, de hipocresías...social.

jueves, 26 de marzo de 2009

La Verdad de la Ficción

Siempre que los amigos ven algún escrito ficcional, la conducta es "rastrear" qué de biográfico tiene la escritura del autor. Al hacerlo se pierde de vista la esencia misma del acto ficcional: la capacidad de imaginar mundos. Es cierto que detrás de cada obra producida están los fantasmas del escritor; pero de ahí a que todo escrito sea una especie de espejo pasional del escritor, hay un buen trecho. Lo importante en la obra de ficción es que con ella podemos sumergirnos en mundos ajenos a nosotros, como ejercicio creativo puede redescribir lo real y hacernos sentir cierta liberación de la angustia...en esta "magia" ficcional, es cierto, nosotros no quedamos intactos....pero tan sólo eso y nada más...

miércoles, 25 de marzo de 2009

Japòn, el clàsico y los dominicanos (II)

Es una cuestiòn polìtica no desarrollar el pensamiento en las aulas. Desde antes de Trujillo se aniquilò cualquier esfuerzo pedagògico en este paìs, en esa macabra empresa hay responsables: unos cuantos apellidos de èlite. Reprocho a la generaciòn pasada su falta de futuro; reprocho a la generaciòn presente su inmediatismo (¡Brugal es pasarla bien!). Pero hay una cuota individual en todo este asunto: si bien las condiciones socioeconòmicas son un factor, el deseo, la capacidad de soñar y el afàn constante por hacer las cosas bien; eso es individual. La naturaleza es una mala madrastra, apenas nos exige sin mirar el fruto de nuestro esfuerzo; la razòn es una madre exigente (tirànica a veces) que busca siempre la perfecciòn del ser. Soy de los que piensa que en el Caribe se vive desde la naturaleza (el hedonismo sensual que nos aniquila tambièn es nuestro orgullo!), muy poco desde la razòn. Un ejemplo de ello: cualquier viernes en la noche, en cualquier esquina.

martes, 24 de marzo de 2009

Japòn, el clàsico y los dominicanos...

Japòn es el ganador del Clàsico Mundial de Bèisbol, por segunda vez consecutiva. Frente al fracaso dominicano la pregunta pertinente es: ¿Què tienen los japoneses que nosotros no tenemos y que fue la clave para su triunfo? Elemental: disciplina...Ahì està el origen de todos nuestros males: la falta de disciplina. Hago silencio...no se diga màs...pero el ocaso de la naciòn dominicana està en dos pilares: hedonismo inmediatista y la indisciplina.

lunes, 23 de marzo de 2009

Amor líquido (III)

La vida rápida posmoderna subvierte el amor desde la raíz. En la sociedad de consumo posmoderna, el amor también es un objeto de trueque y, como tal, mientras más claro, racional y preciso sea, mucho mejor. Cuentas claras conservan buenas amistades y en ese afán de economía afectiva: calculemos los costos, la inversión y las ganancias y démosle cuesta abajo: el amor es eterno mientras dura. (síntesis de unas reflexiones posmodernas)

viernes, 20 de marzo de 2009

Amor líquido (II)

"Eros no sobrevive a la dualidad". Si el amor es entrega, es evidente que esta ha de ser gratuita, si pretende no contradecirse a sí misma. En ese sentido, el amor no acepta ambigüedades, el poder lo contradice y, como poder, la posesión también le es ajena. Entonces frases tan populares como "amor mío", "cielo mío", resultan ser peligrosas si la fe en el otro no es bastante como para alejar el fantasma del poder en el amor. El amor supone la autonomía del otro, el respeto al otro en su integridad física y psicológica. Por tanto, se convierte en cliché el "sin ti me muero", "sin ti no puedo vivir".... Eric Fromm estaba claro al entender el amor como dos autonomías, dos individualidades, que se "juntan" en una sola sin perderse, manteniendo cada una su libertad, su integridad, sin fusiones. De este modo pasamos de un amor romántico (idilio inexorable de deseos ocultos) a un amor confluente (Giddens) en donde las autonomías individuales no se marchitan, sino que se posibilitan y se respetan. Creo en Levinas cuando dice que "eros es una relación con la alteridad", una relación en libertad que potencializa las autonomías y la entrega.

jueves, 19 de marzo de 2009

Vida y narración (II)

Hace unos años hacía mi tesis de licenciatura sobre un autor francés, Paul Ricouer (Tiempo y Narración) y allí encontré una frase muy interesante: "Hay vidas que merecen contarse". En esos años tuve la oportunidad de conocer unos seres humanos maravillosos, por situaciones y estilo de vida murieron jóvenes; demasiado jóvenes. Esas muertes, dolorosas, me impactaron, pero sobreviví puesto que eran lejanas. Hace casi dos años, la muerte me fue cercana. Ahora que se acerca el día 20 me ronda una tristeza y todos los muertos amados hacen voz de presencia junto a esta muerte cercana. La última: la más significativa y cercana, Layla Raquel, es una vida de un mes que merece contarse. Algún día contaré tu historia...

miércoles, 18 de marzo de 2009

Vida y narración

Decía Ortega y Gasset que "para comprender algo humano es preciso contar una historia". Somos narradores por esencia y sin el acto narrativo no nos comprenderíamos. Como ente arrojado al mundo dado, bajo el poderío inexorable del tiempo, recibo de modo biológico y cultural una herencia que me conforma, me limita y desde la cual debo "habitar" este mundo. Pero soy más que lo heredado, soy creación individual al amparo de mis sueños; soy proyección, soy futuro. Como proyecto soy imaginación, soy configuración. Somos el único ser con la potestad de reconfigurarse y esto sólo es posible en la medida en que nos narremos nuestras vidas.

martes, 17 de marzo de 2009

Amor Líquido y la creatividad de sobrevivencia dominicana

"El amor está muy cercano a la trascedencia; es tan sólo otro nombre del impulso creativo y, por tanto, está cargado de riesgos" (Bauman, Zygmunt, Amor Líquido, pág. 21).
Esta frase me ha dejado boquiabierto; no porque diga algo nuevo, sino porque la leo en un momento en que busco algo nuevo o me permito ser creativo en medio del tedio y el trabajo. Pero dejo de lado mi rinncón nostálgico y digo otro motivo por el que me impresiona la frase: la dominicanidad. Desde hace meses tengo pendiente escribir un artículo en torno a la creatividad colectiva; estas serían las preguntas que me mueven a la reflexión: ¿Qué tan creativo somos los dominicanos? ¿Lo que llamamos creatividad es realmente creatividad en su sentido científico? ¿Cómo sobrevivimos diariamente y durante tantos años al mismo látigo que denominamos "gobierno", "fuerza pública", "funcionarios públicos" y otras lacras sociales? ¿Cómo podemos ser creativos frente a la invasión mediática del gran fabulador? ¿Qué caminos de creatividad nos corresponde inventar para salir del letargo en que está sumido "lo dominicano"?
No serán notas pesimistas (creo que no me traiciono en esencia), sino esperanzadoras. ¿Cuál es la razón? Muy simple: siempre me he convencido de algo, detrás de nuestra creatividad está el amor a la vida, por eso nos inventamos y reinventamos en cada jolgorio, can, bachata o coro que armamos. Sólo por esta afán de vivir, esta voluntad de sobrevivencia que nos caracteriza, es que hemos podido nacer, crecer, aguantar y multiplicarnos. ¿Terminará?

lunes, 16 de marzo de 2009

UN CUENTESITO MÍO....

PROMESA.

Me he prometido que no sucederá de nuevo. No lo haré. Tal vez sea en vano y pueda más la insensatez de lo soñado y vivido que mi propia voluntad de hierro frágil. Me siento como un enano, un imbécil. Es fácil caer y disfrutarlo cayendo. Pero la culpa llega e invade todo. Así que me he propuesto esta mañana que no sucederá de nuevo. No quiero este funesto sentimiento de torpeza, de descontrol. Cuando se hace lo que he hecho, lo que he estado haciendo, se siente un asco. En la segunda caída, el asco es mayor. Se siente asco de uno mismo. Sientes asco de ti mismo. Siento asco de mí mismo.
Cada mañana, la misma hora: el timbre anuncia la entrada a clases. La espera insoportable que se va aniquilando a sí misma con el tuntún de sus tacones negros. Con sólo escucharlos rítmicamente, el corazón se agita, el alma enloquece, la voluntad se resquebraja.
En el curso, octavo año, somos treinta y tres en total. Dos tercios son mujeres. No puedo explicar por qué no tengo interés en ninguna de estas muchachas de mi edad; en fin, el animal aguado, como siempre, me acecha entre las piernas. Como siempre, sus piernas, sus rodillas, sus tobillos, sus pies y sus tacones negros. Enloquezco. Y lo hago desde mi puesto de estudiante.
Mi lugar es el tercero de la cuarta fila. Próximo a la puerta que es mi entrada a la locura. Desde allí los escucho, sus tacones negros, en devaneos que se aproximan. Los demás hablan, pocos leen algún material de clases. Tan sólo yo fijo mis sentidos en su espera. Ella tiene los pasos cronometrados, inversos a mi locura. La velocidad media de sus tacones, dos metros por cada veinte segundos. ¡Dios, cómo es de exacta! Juro que ya sé distinguir su caminar. Distingo perfectamente su estado de ánimo por el runruneo de sus tacones negros. Y sin temor a equivocarme. Hace tres días que ella redujo su ritmo, se veía con miedo, inquieta. Fue allí cuando se inició todo. El coqueteo de sus piernas debajo del escritorio. Su norte hacia mi sur. Ella me daba la alegría y la tristeza en el mismo manojo. Ella tiene dos días dándome la gloria y el infierno en el mismo acto. El placer y la culpa en la misma madrugada.
Entró. Su perfume me llega, me es conocido. Inhalo y discretamente cierro los ojos. Saboreo el néctar de su aura y apago el silencio de mi imaginación. Volamos juntos, ella ríe y yo feliz. La fusión de los cuerpos desnudos y agobiados. La distancia de los años, la disparidad de la experiencia: ella sabia madurez, yo inocencia completada.
Va a la pizarra. Las caderas oscilantes. Sus manos suaves dibujan trazos blancos sobre la superficie verde. Se da vueltas. Su voz ordena abrir el libro de texto. Abro mi culpa.
El escritorio. Ha sido retirada toda cobertura exterior. Se sienta. Su falda se encoge. Mi aliento se desgasta. Ella sabe, los demás no saben. Su norte equidista de mi sur. La mirada se extravía, los sentidos se agitan nuevamente, se incrementan. Me había prometido no hacerlo jamás. La voluntad fuerte se deshace. Mecánicamente se cae mi lápiz. Ya no es el truco sabido y la mirada sospechosa y perdida. Lo he prometido. Debo respetarla. Ella mira el lápiz. Sobre el piso están mis rodillas, orantes. Sobre su norte mi mirada. Voces. Palabras. Risas. Culpa.
Allí está aquella mujer que no es mi madre, tan sólo la esposa de mi padre. El viaja. Ella me mira con plácida sonrisa y advierte mi gesto. La intención es evidente. Vuelvo. Me callo. Cierro mis ojos: allí me encuentro con la mancha: todavía está grabada en mi memoria la imagen divina de su cuerpo desnudo. Ella y yo, fatalmente en la misma cama y en la misma aula. Miro. Ella me ve sonriente. Tan sólo sé que es un sí y que algo me espera. Nuevamente me he prometido que no volverá a suceder.

COMENTARIOS DIARIOS

Hoy he visto un rostro feliz. Este rostro humano, otrora triste y cabizbajo, me ha dado una voz de aliento. Femenino y juvenil se ha reconciliado con la vida y consigo mismo. Detrás de este rostro humano y jovial, la vida plasma su misterio elocuente. Entre sonrisas ha dado voz a su felicidad: "hay que vivir el presente".
Como joven actual, este rostro humano no se contradice, mantiene su actitud rampante de vivirlo todo, aquí y ahora. Tal vez no haya un mañana por el cual esperar lo imaginado; la fe es una bestia antiquisíma que es mejor aniquilar. Tal vez no haya un pasado, los contactos con el origen abrasador hay que atenuarlos en la distancia nostálgica.
Este rostro humano y juvenil quiere ser feliz aquí y ahora; es feliz aquí y ahora. Pero, ¿hasta cuándo? ¿Cuánta durará la euforia presentista de esta felicidad efímera? He dejado el rostro humano imbuido de su felicidad pasajera, me marcho a mis compromisos mañaneros (rutina agobiante de un pan nuestro de cada día). Dejo atrás el rostro humano, conmigo viene esa sensación placentera de sentarme y discurrir pausado por estos pensamientos que me abstraen del presente, llenando de pasado y de futuro.