miércoles, 1 de abril de 2009

Abulia II

La pereza es una oportunidad para el ocio y este, si es bien administrativo (digo: con creatividad) es una fuente inextinguible de sabiduría (no hablo de conocimiento, puesto que el conocimiento es acto puro y entraña con él una actividad, un quehacer; por lo menos, el conocimiento científico). En estos días tengo pereza; ayer tuve pereza y me dediqué al ocio y a la soledad. En medio de ese mar de perezas, pensé sobre la muerte y lo hice con tristeza. La muerte es uno de los grandes temas filosóficos; Platón: "todo filosofar es un aprender a morir". La banalización del mal en Occidente ha quitado todo misterio a la muerte, nos resulta tan cotidiana que ya no nos sorprende y al no hacerlo, hemos dejado de pensarla. Creo que muchos diran que sólo un loco piensa en la muerte en estos días; yo les digo más y recupero unas palabras de Pascal: "Los hombres para ser felices, no habiendo podido encontrar remedio a la muerte, a la miseria, a la ignorancia, han tomado la decisión de no pensar en ello". Hago silencio, que las palabras ardan en tu mente....